Fábula de la mula vieja
Había una vez un campesino que trabajaba su tierra con la ayuda de una vieja mula torda a la que llamaba Morena. Llevaba con él desde hacía más de dos décadas y se conocían tan bien el uno al otro, que la mula no necesitaba escuchar órdenes para realizar las tareas que se esperaba de ella, a pesar de que algunos achaques estaban haciendo ya su aparición. Cierto día, en la feria de ganado, el campesino quedó prendado de una yegua blanca que hacía las delicias de todos los presentes, y tanto se empeñó, que dejándose todos sus ahorros, consiguió el preciado animal. Cuando llegó a su casa, embriagado de vino y de orgullo, dejó a su nueva adquisición en la cuadra que hasta el momento ocupara Morena y a la mula la sacó a la calle, al lado del almiar. Por suerte, esa noche el tiempo fue propicio, pero el veterano animal no entendía aquel cambio, creyendo que sería sólo cosa de esa velada. ¡Cuán equivocada estaba! ...