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Mostrando entradas de enero, 2023
 SAN ANTÓN Estábamos a mediados de enero. Todos los niños del barrio quedaban por la tarde, después de las clases, para ir a buscar leña para las luminarias que tendrían lugar la víspera del día de San Antón. Tenían ya vistos los lugares donde podían conseguirla pero hasta última hora no querían amontonarla en el sitio elegido ya que era bastante probable que otros grupos de jóvenes como ellos les quitaran lo recogido con tanto esfuerzo y chafarles el invento. Sucedía desde siempre el que estuviera ya montada la hoguera y esa misma mañana amanecieran solo cuatro palos mal puestos. La rivalidad entre pandillas no entendía de propiedad privada y era cosa común el "coge lo que puedas y tonto el último” En cuanto anochecía, las llamas iluminaban el pueblo. Un resplandor rojizo y el humo elevándose aquí y allá avisaban que la fiesta había comenzado. Cohetes y petardos sonaban por todos lados, asustando a los más despistados. Alrededor de cada luminaria se reunían familias enteras. El m...
LA NOCHEVIEJA DE LOS POBRES  - Niña, coge dos racimos de los que hay colgados y quítales las uvas feas. Luego las contamos. La niña, obediente, fue al último cuarto de la cueva que hacía las veces de despensa. Del techo, lleno de ganchos, colgaban melones, caquis, peras de invierno y uvas. En el suelo, amontonadas en el rincón, las patatas cubiertas de polvo blanco para que no les salieran tallos y en cajas de lamas de madera, las cebollas y los ajos iban mermando su volumen conforme avanzaba la época fría. Todo ello gracias al pequeño trozo de tierra que poseían: el plato de comida al menos no faltaba en la mesa.  Esa noche especial de Nochevieja se celebraba como cualquier otra del año. No estaba la vida para muchos dispendios, así que la cena consistía en riñones aderezados en vino, (de los cerdos que días antes habían sacrificado), butifarra y una ensalada de patatas cocidas, atún y huevo. A los niños no les hacía mucha gracia el menú, pero no había otra, por lo que a base...