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Mostrando entradas de julio, 2023

VIERNES EN LA ESCUELA (1984)

Era un viernes de primavera. Tanto los niños como los maestros estaban cansados de la semana y tenían ganas de que dieran las cinco de la tarde y sonara el timbre, señal que daría paso a un fin de semana de descanso y divertimento. Habían entrado a las tres, todavia con el bocado en la boca. Menos mal que solo tenían Religión y Pretecnología. Matemáticas e Historia no lo hubieran soportado tan bien. Doña Encarnita salió un momento a buscar algo y les dejó encargado a los chiquillos que no formaran jaleo. - Lourdes, ponte en la pizarra y me apuntas a quien hable. La niña, muy dispuesta, se colocó en su lugar y sabiendo que había una cosa que los mantendría callados, comenzó la retahíla, siendo seguida a coro por los demás: "En la puerta de la confitería, hay una rata podría, con pupas y puparrones,  el que hable, se la come. Tengo la llave del cielo, se me cayó al corral, y ya no puedo hablar más.  Muchos hicieron el gesto imaginario de cerrar la cremallera en la boca y se mant...

MÉDICO DE DINERO

Llevaba el niño pachucho unos meses. No levantaba cabeza. El médico del seguro tampoco hacía mucho, venga recetarle jarabes, que si de manzana, Carminativo, que tome manzanilla. En resumen, que no se recuperaba del todo, siempre con el dolor de barriga. No quedaba otra que tirar para el médico de dinero. Iban los dos de la mano, el niño casi volando. Tenían la cita a las cinco y media y para llegar al edificio de don Antonio Menéndez les quedaba un buen trecho. Al fin llegaron a la consulta. Pasaron a la sala de espera, donde algunos pacientes ya ocupaban varios sillones de piel marrón. El suelo de mármol granate unificaba el suelo de todas las estancias. - Buenas tardes. - Buenas -respondieron educadamente los otros. - ¿A qué hora tiene cita? -pregunta obligada por si se colaba alguno. Pero no, ellos iban delante. Hablando de enfermedades y ojeando alguna revista del montón de la mesita de cristal del centro,  pasó el tiempo y entraron al fin donde el doctor. Preguntas, una explor...

A QUÉ HUELE EL VERANO

 El verano huele a niños jugando al corre que te pillo, al escondite y a buscar grillos. Huele a piscina, a toallas mojadas, aftersun, a sal marina. El verano huele a horchata, a leche fría sin azúcar, a melocotones y sandías.  Huele a risas de abuelos, a reuniones de primos sentados al fresco. También huele a feria, a algodón de azúcar y a verbena. Y huele a tormenta, a tierra mojada y fresca. A la arcilla de las Cuevas.